No quiero
partir solo,
quiero llevarme
un beso tuyo,
sabiendo
que una brisa
cualquiera,
me dejará vacío,
y vagaré
por el mundo,
como un paria
sin destino,
con alas rotas,
distintas a otras,
de alto vuelo,
y pecho erguido,
más no reniego
lo vivido,
siento orgullo,
haberte conocido,
en mis labios,
quedara tu miel,
y en mis manos,
tus ondulaciones,
mujer de otro,
amor prohibido,
pecado mortal,
soy tu elegido.
Víctor Bustos Solavagione