Cómo los pétalos de la rosa,
que son arrancados,
y jamás devueltos a su dueña.
Las ilusiones, de un corazón limpio,
¡así son!,
mancilladas y botadas,
cual pétalos de una rosa.
Los luceros en el cielo
se logran admirar por segundos
desde la tierra y al rededor de la luna.
Efímeras ilusiones,
de un anhelo concedido
y cierras los ojos y
...se lo pides de corazón.