***Atardecer de mis latidos***
Fui aliento de tu tierra, selva y río
Y cuando el río apuraba su latido
este amor loco, impulsaba el recorrido
para cobijarnos en las sierras del destino.
A veces esas colinas, de flores me vestían
formando en mi cuerpo sinuosa primavera;
mientras estos ojos trepaban a tus árboles
sintiéndonos pájaros trinando en sus nidos.
Fue cuando cayendo entre tus riscos
juraste ser mi estallido entre las piedras
para guardarme como aroma en la hierba,
reclamando tu porción en medio de la tierra.
Pero una mañana, me encontré en el llano
y estos labios se extraviaron en las penas.
Grité todas las voces llamando a su paisaje,
mas, débil fui, olvidé ser tierra, selva y río.
Dime ¿En qué río hundiste mi dolor impío,
que mis manos se murieron en el pedregal del río?
¿En qué fronda olvidaste el calor de nuestro fuego;
que horizonte te atrapó, deshojando mis suspiros...?
¿Dónde olvidaste aquella rosa viva,
que ofreció su savia, en cáliz de vida?
Si vi romperse los crepúsculos dorados
sobre la felpa verde y tibia que feliz nos complacía.
Beatriz Blanca