Hay una virgen con un camisón único,largo
Oye,déjame mostrarte lo que sos.
Seré tu pana más carnal
Hay una flor de loto,abajo donde no conocés,
Suéltate el brasier de cabellos bellos,
Castaños y enmarañados,
hazlos libres,yo te he de ayudar.
Te mojaré con mi humanidad,
A lo bruto y con la ignorancia,que allá
afuera se precipita la maldad,
Mareada y embustera.
Desnudaré tu alma con tu cuerpo,
en plena unión con el amor que aún no conoces,
en marcha intensa contra el tiempo,
Necio y serio.
Despójate de el camisón,
cárcel de tus pensamientos,
Liberalós,
Yo te he de ayudar,con trovas,piel y alma.
Pero déjame entrar,
permíteme la merced de tocarte,
ahora mismo no quiero más,
el después no juega,
ahora es ahora y
ahora también
quiero que me quieras.
Permítete pecar,
Juro que me esfuerzo.
Libérate del blanco camisón.
Emoción,solo emoción,
Arrepentirse es imposible,
Es ilegal,inmoral,
Va contra las reglas del amar,
Y del quererlo,
Ámame,o al menos,quiérelo.
Libérate del blanco camisón,
Que te he de ayudar
juguemos al ciego amor,
a vivir con tesón
se que me ayudarás,
la libertad es nuestra,
inocentes sembremos una ilusión
rasguemos el camisón,
¡sonríe!,oculta pizpireta,
por ti...
Solo quiero,porque...quiero,
quitarte el camisón de falsa sinceridad...
No hay más finalidad,
escojé ayudarme,por piedad,
tu mordaza pesa,
¡sudemos!,nómbrame sin pensar.
sonríe chama,hazte brillar,
liberate,liberate,¡liberate!,
No te prometo más que
respaldo para vivir,después de
todo te encontré mientras lo hacia.
Se que juntos intentaremos
felicidad,estimo que te debo dicha
y será con esa cosa única tuya,
y con esta única mía.
Tranquilízate,nunca podrás ser desflorada,
ese singular céfiro dentro tuyo nunca se irá,
sin embargo cada día, enflórate más.
Ya quítate el camisón,que te impide ser,nena
pero te ayudaré,no estás sola,sonreirás,
Que la castidad no te torture,
Atiende,solo se puede ganar felicidad
siendo de grilletes libre.
Porque así es,no hay más,
anda vive:
enloquece,
rié,
sufre,
alégrate,
apasiónate,
quiere,
siente,
libre!!!!!!!
y si hay tiempo ámame,
que nunca tendré quejas por vivir.