Contemplo el brillo azul-folio
y el planeta semeja un generador
de diamantes.
Sangre, integridad y guerra...
Con qué te quedas tú,
ilusionista del pecado absoluto?
Corro mi voz en la noche de los muertos
y la vida le deja un temblor a mi alma equilibrada.
He optado por la alquimia
ahora que los dedos maléficos de la oscuridad
absorben la solidez de mis ideales.
Procuro el embrujo y sé que es cierto
lo que me adivinó aquella mujer
de largos cabellos color incienso:
"Habitarás en una mentira constante,
pero al final de tu vida optarás por la magia
que da sentido a lo que -dicen- no existe,
que no podemos ver con ojos físicos”.
Contemplo el centelleo de los cambios
que me tocaron vivir hasta no hace mucho.
Este es mi sitio, mi lugar, mi lucha,
mi legitimidad...