Comienza el día a día en la ciudad,
antes que salga el sol , al alba.
Los gorriones bostezan las lechuzas, gatos
murciélagos y ratones se van a dormir.
La locomotora lanza densas fumarolas,
la niebla invade los pulmones
de un trasnochador que va apurado a casa,
tambaleando por el alcohol.
Pero por el camino negro que lleva
a villa miseria los GALLINAZOS se sacuden,
las alas con flojedad y su hediondo olor escapa.
Su cara azulada negruzca de frío.
Con los ojos oxidados,graznan sus bocas
de hambre,
Viven en los muladares y suburbios ,
husmean con el humeante
hedor,de la inmundicia.saltan entre aullidos
De perros hambrientos.
sus pulmones lleno de vaho,
de la podredumbre,sus plumas
Son harapos y tienen un sobrenombre
Van llenando un latón de restos de comida,
Para canjear por un par de monedas y
en la mano sus tesoros juguetes malheridos.
Son los niños pobres de una parte de mundo
Abandonados a su suerte.
A quienes les llaman GALLINAZOS
.