huertero

Pecosa luna

Se abraza al final del día

una caracola en el giro del torno.

El mar de sus risas, mis rejas

no puedo fugarme con sed.

Recibo el roció como aquella vez

aún escucho el cascabel de sus pies.

Una niña nos guía intrínsecamente

desde la pecosa luna.

Un cielo por amanecer

El Paraná por atravesar.