A vos, que a tantos... la gloria le negasteis
movido por la envidia... e impúdica lisonja,
de mis días sois... la herida que no sangra
en el valle bendecido de la sombra,
De la virtud hiciste... laureado menosprecio
y es tan grande... el justo aprecio que os acusa,
que por suerte... he de morir un día
por no descuidarme en mis empeños...
pese a mi desmotivado... y augusto celo,
en el campo bendecido de la honra.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.