Jesús eres mi guarida
cuando el maligno me asecha,
no le dejo ni una brecha
para que llegue hasta mi.
En Cristo me protegí
siendo joven todavía,
encontré en su compañía
el amigo ideal.
Con el decidí andar
caminando en su palabra,
ha sido Dios mi morada
mi pastor, mi gran portento.
En ti escondí mi cuerpo
de toda la tentación,
y encontré la solución
a todas mis inquietudes.
Solo en ti pude
vivir en santidad y pureza,
aunque a veces anochezca
a los que están a tu lado,
tu luz mas fuerte ha brillado
ofreciendo protección.
Me deleito en tu amor,
me alegro en tu simpatía,
guardarme cada día
de la cruda tentación.
Susténtame tu Señor,
no quiero en nadie esperar,
solo el camino al cielo
Cristo quiero transitar.