“Esta poesía la compuse para mi nieta Aldana cuando tenía ocho años”
Hay historias tristes
y esta es una de ellas
Acaeció hace mucho
Y no debió suceder,
la vida nos habla
y a veces sucede
que el no estar atentos
nos puede...doler.
Si no que lo diga
quién esto bien sabe
una hormiga joven
y caprichosa también,
por no hacerle caso
A su madre buena
Pues sabía que eso
No estaba…nada bien.
Había de sobra
Por el hormiguero,
Ramitas y hojas
Para poder comer,
Pero ella altiva
Se fue a otro lado,
Y después no supo
A su casa…volver.
Entonces su vida
Fue toda penurias,
A nadie conocía
Ni siquiera para hablar,
Todos la ignoraban
Nadie la quería,
Su casa era otra
Y otro…su lugar.
El lindo hormiguero
ya no está de fiesta
pues las hormiguitas
extrañando están,
a esa descarriada
que buscó aventuras
sin pensar que en casa
todos tristes...estarán.
Por eso los chicos
como la hormiguita,
deben hacer caso
los mayores saben más,
ellos siempre cuidan
que sean felices
y yo me pregunto
Hormiguita...¿dónde estás?.
Boris Gold (simplemente…un poeta)