¿En qué lugar del ser, la oscura sombra
Pecaminosa, procede su negro celo?
¿En que rincón carboniza como veneno cada miembro?
Se siembra a mi pecho oneroso, me vibra el cráneo...
Me sentaré en un sillón como Einstein
me acostaré en el tejado con la frente al cielo,
durante horas acercaré mis sentidos
a los escondrijos de mi mente
y daré sueño al sueño para planear en mis ideas.
Seré ajeno al mar de gentes, al tropel exterior,
para que más temprano que tarde
dé a luz la exactitud de aquella comarca.
¿Quién ha visto en lo más hondo, ese sello y sus huellas?
Podré decir con ahínco, con el ariete en curso:
\"la cuna del origen radica al extremo izquierdo
donde aflora leve del ser también lo bueno\".