Estrellas rebosan en el firmamento.
La oscuridad de la noche
las ha posado en el cielo.
Hoy necesito que aquéllas,
a las que todo confieso,
de mis noches consejeras,
desciendan pronto a la tierra
y te digan que no miento.
Hoy necesito que el gélido
viento que todo congela
en las mañanas de invierno
se convierta en primavera
y te diga que te quiero.
Hoy necesito que el sueño,
ése que siempre se aleja
cuando existe sufrimiento,
abandone tu cabeza
y así sientas lo que siento.
Hoy necesito que el suelo
extienda raíces afuera
para enredar tus recelos
y así tu amor me devuelva.
Hoy necesito que el genio
renazca entre las tinieblas
de esta mente escrita en prosa
y haga besos de la estrofa,
y de la estrofa un poema.