\"Al principio ella fue una serena conflagración
un rostro que no fingía ni siquiera su belleza...\" del poema \"La Otra copa del brindis\" de Mario Benedetti.
No hay nada nuevo, pinta el sol colores
en acuarela de violetas y de rosas,
las nubes inventan figuras caprichosas,
canta la calandria en el nogal viejo.
No hay nada nuevo, nace el día en la alameda,
los trigales se pintan de amarillo,
y, (otra vez) el aura del mar y las gaviotas
se roban tu voz y me la entregan.
No hay nada nuevo, salvo tu sonrisa
que, (como siempre) ilumina mis días y mis noches
y siempre es la misma y siempre es distinta,
más pura, más suave, cada vez más linda.
No hay nada nuevo me dicen las flores,
salvo el aroma tuyo que se quedó reinando
en senderos de alhelíes, azucenas y claveles
y es rocío entre las gotas del rocío.
No hay nada nuevo y sin embargo,
todo se renueva, en un momento,
en el momento justo en que tú miras,
en el momento justo en que me miras.
No hay nada nuevo y hasta el sueño,
mi sueño, es el mismo, adorándote
en el bosque de árboles desnudos
o en la blanca nieve del invierno.
No hay nada nuevo. Si son las mismas campanas
que repican y los mismos rumores de océanos azules,
de brisas que juegan con tu nombre. No hay nada nuevo
y todo es nuevo, como el sabor de tu recuerdo cada día.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.