ADIÓS, CON EL CORAZÓN DESECHO
El cuento es sencillo
yo sólo compré tu amor
en aquella sucia noche
donde tu cuerpo desnude
en medio del interés
y las falsas caricias que
abonaron mi triste verdad
naciendo la necesidad.
Me volví ingenioso
y quería a diario verte
sentía la necesidad de
oler tu cuerpo, bañarme
con mi propia lujuria
para secar mi frente
con mis manos y sentir
el olor del dinero.
Perdí las reglas del juego
engañando a mi corazón iluso
creyendo en tus besos
haciendo mi mundo contigo
pintando el cielo de azul
bajando las estrellas de cartón
y afirmándole a mi corazón
que nuestro amor era real.
Admiró tus habilidades
disfruté tu belleza
sin dudar una diosa
quien sedujo mi carencia de amor
a cambio de un valor
aunque me consume el dolor
estoy aquí admitiendo mi culpa
mi maldita derrota.
Aun sabiendo que no me quieres
aun sabiendo la verdad
tenía la triste necesidad
de escucharte, de ver tus ojos
de sentir la ganas de tocar tus manos
y antes de amanecer
poder al menos abrazarte
y no dejar que mi alma muriera de frío.
Pero estoy aquí
sobreviviendo a tus desprecios
llorando por última vez este amor
el que yo sólo cultivé
el que me ayudo a soñar
y hoy me enseña a madurar
a desprenderme de este dolor
aunque tengo desecho el corazón.