Esperanzas que sienten que su mundo se ha hundido;
jamás la fe la pierdan, que cura desconsuelos,
a las aves observen, que levantan sus vuelos
en busca de horizontes, en donde harán su nido.
Los sueños que parecen se encuentran tan perdidos;
impidan que la angustia, los cubra con sus brumas ,
aprendan de los mares que pierden sus espumas,
levantan olas grandes, y son mas que temidos.
Pasiones que se creen estar despedazadas
levanten sus antorchas con fuegos encendidos,
los volcanes parece que se encuentran dormidos,
y un día se despiertan con grandes llamaradas.
Ilusiones que expiran en delirios enfermos,
la muerte no la dejen se asome a su vereda
aprendan de los robles que cubren la alameda,
el invierno les llega terminando los yermos.
Corazones que viven con pesar y tristeza,
cubránse con los halos que inspiran a vivir,
olvidénse de penas que los hagan sufrir
y disfruten del mundo su esplendor y belleza.!
Anhelos que se piensan estar volatizados
imiten a los lirios, por agua nunca lloran,
esperan a las lluvias, sus pétalos afloran,
y vuelven a lucirse, tan regios y admirados.
Amores que se truncan y en llantos desvanecen,
eviten pesadumbres que sean negro manto,
los jardines contemplen: han perdido su encanto,
mas llegan primaveras, que bellos los florecen.
La vida tiene cardos que hieren tan profundo,
mas el buen caminante los sabrá dominar,
sus caminos de abrojos los podrá superar
la osadía llevando con valor tremebundo!
Autor: Aníbal Rodríguez.