Te presto los sentidos para que puedas razonar
Pongo el mantel de la distancia a lo prohibido
para así saber, si te atreves a llegar, no importa
que tus pasos estén cansados por tanto andar.
Si, limpiaré el camino, por donde tú has de pasar.
Pondré una alfombra, hecha de cariño de un hilar
bien fino, para que al cruzar el camino, conmigo,
te debas definitivamente siempre, que encontrar.
Y ahí por supuesto, nos tengamos que hablar.
Preguntaré ¿cómo estás? y me dirás que bien.
Tal vez te diga lo mismo, para seguir la rutina.
Si te digo algo y lo sé. Te miraré de soslayo..
observando los pasos por dónde tu camina. Que
responderé a la pasión, si en tu mirada la hallo.