Reflejaba en la laguna la sombra de sus latidos,
empleó una triste luna como alfombra de su nido,
tiñó el cielo de turquesa dejándolo desvestido,
mancilló su edén de huellas hasta verlo abatido
Así fue que en su demencia empezó con su rutina,
se acercó con fuerza a ella,con mirada asesina,
ella comenzó a temblar sin saber que se avecina
esta noche su final,su gran amor será su ruina
La empujó valiente,sin importar lo que había,
tras la puerta del armario,un niño se escondía,
temeroso al lloro,en su silencio no entendía
cuando cambió el hombre que un día lo protegía
Una vez en suelo ella miró los ojos del verdugo,
el mismo que acarició tanto su cuerpo desnudo,
con un nudo en la garganta,gritar apenas pudo,
sollozó pidiendo auxilio con un llanto muy agudo
Ella susurraba basta,basta no fue suficiente,
celos,rabia o frustración,que sería lo siguiente?
cuando un golpe a un beso,se torna más frecuente
no hay amor que calme ira ilógica de un demente