Ella esperaba ese verde amor,
entre fantasmas muertos,
y negras ventanas,
y su vida era una suma de siniestros vitrales
pintados con amargos colores,
mientras los gatos jugaban al amor en los techos,
y los amantes hacían lo suyo en la cama,
el drogadicto se desesperaba porque no encontraba su pipa,
mientras un niño lloraba porque perdió su juguete,
el alchólico pensaba ingenuamente que esta sería su ultima copa,
la prostituta se preparaba para iniciar su jornada,
una niña reía y otra lloraba,
una vida que venia y otra vida se iba,
la vida seguía con sus dramas
de alegrías y tristezas,
de cantos y sollozos.
La vida nunca se detiene
mientras ella solo espera