Ella le declaró su amor
sin rodeos, ni preámbulos
ni insinuaciones.
A viva voz, segura,
honesta.
Lo gritó a los cuatro vientos
para que no pueda huírle
a sus sentimientos.
Le declaró su amor
sin esperar respuesta.
Sabía que era un amor
no correspondido,
de los que no regresan.