Me aflijo tanto, tanto, pensando que mi vida,
igual que los inviernos, me pasa muy silente,
y siento que mi sueño se vuelve de repente
oscuro laberinto, con pena inmerecida.
Tus sueños con mis sueños, se encuentran por instantes,
lo mismo que las nubes que pasan como ausentes,
igual que las palomas, calladas y pacientes
que dejan a sus nidos en árboles distantes.
Mi pasión es tan grande, con la gran concordancia
con la flama pristina, de luceros lejanos,
parece que vinieran unidos y cercanos,
mas vienen separados por tiempo y por distancia.
Deseo que me brinden la copa del olvido,
y quiero convencerme, que puedo yo perderte,
y dejar que mi orgullo, se me vuelva mas fuerte,
que la sed de esperarte con mi amor tan dolido.
Y pienso que me queda tan solo cruel destino,
soñando que te tengo, que siempre fuiste mía,
que tus tiernos encantos que me dan alegría,
volverán a mi vera, por un solo camino!!!
Autor: Aníbal Rodríguez.