Puedes amar al sol y que me alumbre
con su oscuridad los tediosos pesares,
puedes pedir mil noches
y sólo prestarme una,
puedes llenar tu sed con medio mar,
sin que una gota del tuyo
me pueda llegar,
puedes pedir sueños acalorados
y yo estar muriendo de soledad
en suelos quebrados.
Puedes, sí, claro que puedes,
añorar lo infinito
y sumergirte en él
aunque un pedazo de tu logro
a mí me quede pequeñito.
Puedes por poder
seguir añorando
en tu vida parte de esa fantasía
pero que yo dejé de pensar
en lo vano que sería,
eso no me lo impide nadie
por poderoso que sea.
Porque en mi alma
te creces tan virtuoso
que el amor que te profeso
ser ciego no podría
y en esa ceguera
que sumerges tu hermosa vida,
por mucho amor que siento
yo no caería
aunque al pasar mi alma
te busque y caiga
en eterno lamento
del cual siempre
la fuerza del tuyo
me salvaría.