EL CABALLERO DE LAS LETRAS

LA TIERRA DEL CALVARIO

Hay una cruz encallada

en el surco hacedor de calvarios.

De repente llueve y se deslíe 

sangrando almas, borbotean penando.

 

Se esparce la tierra,

con sus anillos de polvo mendigado al mundo,

dado a los cuerpos inertes cada día.

 

Gimotean los vientos crepusculares

y el cielo osa velar entre la negrura

por quienes han cargado

la cruz, la tierra, el castigo de la gloria.

Sobre su lecho implacable 

donde amar es morir,

mientras se muere amando.