Te amo demasiado
entre mis brazos
vivirás por siempre.
La distancia puede
separar dos cuerpos,
pero no sus almas.
Allí te mando a mi ángel,
con todos mis deseos
y sueños...
para que en secreto,
te los deje debajo
de tu almohada.
Hoy solo puedo decirte,
porque y con quien
estoy enojado.
Es con ese señor,
que se le ocurrió
medir la distancias,
en kilómetros
y no en centímetros.
L-M