DUELE ADMITIR UN ERROR.
Donaban, su familia traslado al bar
aquella cantina triste donde nadie iba,
al calor de los tragos sonreía
y a su esposa reprendía.
entre risas y recuerdos
a sus hijos abrazaba,
recordando el amor que sentía
y la felicidad que tenía.
en la mesa de una cantina
donde compartía con amigos,
sin saber que los mismo hombres
a su mujer enamoraban.
a su hija miraban
mientras, él soñaba
en una nube rosa
con sonrisas fingidas por el alcohol.
su hija estaba enojada
y con euforia sin dudar le pedía a su padre
que a su casa quería ir
y lleno de enojo con un conocido la mando.
Su mujer no hablaba
y el otro niño con una mirada
comprendía, que si no se callaba
a dormir lo mandaban.
después de varias copas
de una noche de felicidad,
con las bolsas bacillas
decidieron caminar.
llegando a casa con ganas de dormir
con ganas de seguir,
encontraron su bella hija llorando sin control,
viendo a su padre, no comprendía por que
mientras disfrutaba del alcohol
el amigo de papá le rompió su corazón.