Doce años después,
El silencio, la tristeza, las cicatrices marcadas…
La angustia prolongada
El recuerdo de todos los días.
Tu figura delgada, tus ojos penetrantes
Tu frente altiva como un roble, tu alma sencilla,
Tu franqueza que siempre rechazo la hipocresía.
Tus sentimientos dulces, tu bondad para con otros
Tu generosa ayuda, tu amor para con todos, madre,
Hermana y tíos.
Tu lucha constante al lado de Osma Tania y el
Esfuerzo de los dos por sacar adelante a Ana Lilián.
Trato de encontrar explicación a tu cambio.
Solo sé entender, desconcertada,
Que en este Pulgarcito lacerado con tanta violencia
Fuiste arrebatado de mi vida.
Vuelve el silencio nuevamente
Pero no ese silencio que se ahoga en la angustia y
La nostalgia.
Sino el de la espera.
Porque tras todos estos años en que te he sentido ausente
de enmudecer en mi propia nostalgia,
En mi lucha y afán diario con la esperanza que un día
Me mires a los ojos con ternura y me abraces fuertemente.
Entonces te diré: Hijo, tengo todas las respuestas.