Mi nombre es: Melancolía
desde el mismo momento
en cual me encontré contigo,
Se arraigo a mí
Aún más el segundo día en el que te volví a ver.
Mi nombre es: Saudade
sin explicación ni sé quien me lo otorgo
deseo cambiarlo
pero al parecer mi nombre es un traje a la medida,
con juntas,
adecuado por el sastre de panamá,
en telas perfectas de algodón egipcio.
Mi nombre es: Neurastenia
cada día me identifico más,
cuando me nombran o me llaman,
mis segundos se han convertido en días,
¿Ya ni entiendo que ha sucedido en mi entorno o será que mi entorno ha cambiado de nombre?
Mi nombre es: taciturno
paseando en los recuerdos
cada vez más, no deseo realizar nada,
sigo buscando la forma de crear el condensador flujo
para volver y corregir lo malo o tal vez tratar de aceptar el futuro próximo,
y que no me cambie el nombre.
Mi nombre es: Esplín
y como deseo poder haber realizado la creación que busco
para adelantar mi tiempo y dejar la ambigüedad con mis nombres.
Ya no quiero ser más quién soy,
deseo ser quien era antes de conocerte
y poder seguir de la mano con mi ingenuidad.
A veces pido con esmero nunca haber conocido las suciedades de la vida adulta.
Mi nombre real eras tú y mi vida contigo,
Que nunca existirá…