El llorar del cielo,
desangra su piel marron;
alrededor de sus cristales,
suena su lamento color gris.
Sus lágrimas del celeste infinito;
su ángeles vagabundos,
descienden con el viento
a calmar su pena quebrante.
Al despertar del radiante sol
las mariposas coloradas
vuelan, haciéndola reir
la calma entristecida desfallece.
Sus lágrimas celestes
descansan en su verdor
brillantes ante el día
fríos al despertar de la luna.
Sonrisas y cantos de alegría
es el sonido del día
mientras que la brisa fría
se calienta con el vino sangría.