Voto al cielo, me encuentro anonadado
por tamaña ficción, tanta locura,
de un Quijano chiflado, a la aventura
de un supuesto molino imaginado.
Por los clavos de dios resucitado
-reconozco mi mal no tiene cura-
ante tanta beldad de su lectura
me he sentido a los cielos transportado.
Espíritu inconsciente, tan incierto,
valiente, tan intrépido y osado
gustando de nadar contracorriente.
Juro aquí que a vuecencia me convierto
con la espada valiente del soldado,
dispuesto para dar su paso al frente.
Nadie pararle intente
aquesta alma abducida, obnubilada
que hoy desafía a la razón. Más nada.
©donaciano bueno
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