Alvdan

Lágrimas, no sangre


Pidió el cese del correr de sus lágrimas, no su sangre
bastaba sólo desaparecer su llanto
Poco disfrutaron su silencio
las sonrisas, sin mudar el desencanto
 

Sangre, ¿anhelan verla correr?
Sus manos vacías, con su vída fluída
el carmesí, convertido en pálido
sangre, no existe más,
lágrimas también desaparecidas
 

Recordar el rojo de sus labios
es lo único que les alimenta
desvaneciendo ese momento
pasado, como su despedida turbulenta
 

Adiós escaso
para liberarse de su vida sedienta
sin sangre en su cuerpo ahora
al olvido, hoy se afrenta