El planeta grita, aúlla, tiembla,
lucha a capa y espada.
No da tregua.
Hemos herido profunda
e impiadosamente a la natura.
Somos seres horribles
pero ni eternos ni impunes.
Mientras el planeta grita
tu nombre y el mío,
seguimos desafiándolo
cuan ciegos, sordos, mudos.
Empujamos los límites caprichosamente.
Somos seres horribles
pero ni eternos ni impunes.
Mientras el planeta grita
tu nombre y el mío,
los niños del futuro
pagarán nuestras culpas.
El planeta grita, aúlla, gime.
Lucha contra guerras frías
y sucias políticas.
Cuan ciegos, sordos, mudos
nos evitamos culpables
por esta eterna y perversa agonía.