En el desagravio de tu partida,
El abandono de tu desventura
Se han hecho extensas mis noches
Al apreciar la ausencia de tu apatía
¡No pude entender que es lo que sucedió!
¡Entonces, aquel día, de tu alejamiento!,
¡Por qué te fuiste sin dejar huellas!
Fuiste como el viento que sopla
Del norte y se va huyendo al sur
Sin dejar prever motivo alguno.
¡Así llegaste a mi vida, de igual te fuiste!
Dejando honda huella en mi corazón,
Me he quedado sola en el lecho
Añorando aquellas noches desenfrenadas locuras
Como aire en clama, que solo se inquieta
Al compás del torbellino que despierta
La pasión de los amantes, al sucumbir
Al ímpetu desenfrenado, solo
Busca calmar las ansías, que la esencia reclama
A nuestros ardorosos delirios licenciosos.
Que solo tú y yo sabíamos aquietar.
¡Donde quedo todo aquello!
Hoy que mi lecho te añora,
Hoy m i cuerpo se desvanece, ante tu ausencia
Hoy al transcurrir los años, te ansío todavía
Dejando escapar un sollozo, ¡que asiente el dolor!
De haberte perdido y de no tenerte hoy.
Ya no hay brisa que sople de norte a sur
Solo un calor intenso, que me seca, si tú no estas.
Hoy aquí junto a mí.
¡Solloza, trémula mi cuerpo desnudo,
Esperando que vuelvas
Otra vez a mí!
IVEN MARINO