Dejo entre abierta la boca.
Mi lengua humedece
los labios secos de desear
con ganas de expresar
lo que tanto quisiera...
¡Que no te escondieras!
que estoy cansada de buscar...
Miro el camino que
a veces se me acerca
y otras se aleja
y yo … saltando verjas.
Por la puerta
que dejé abierta
y que pudieras entrar
se han colado insectos
que no quisiera matar.
En la superficie
de la comisura,
me he quedado
medio oscura,
sin poder irte a buscar,
faltan fuerzas para llegar.
El cansancio me ahoga
y lleno de suspiros
porque no es la superficie mi amor,
lo que necesito, ni lo que vivo,
es tu profundidad
para poder es cavar
los te quiero que escondes
interrumpidos por gemidos.
Y yo estoy tan lejos de ti...
como de este mundo por entero.