Perdida en el bosque
Perdida en el bosque se quedó,
y nunca más volvió.
Del verde se enamoró,
y la oscuridad la envolvió.
Deseaba tanto escapar a ratos
que cuando por fin lo logró
nunca más regresó.
Su felicidad lejos halló.
El sol a través de las hojas vio,
y del sol se enamoró,
y esa poca luz
que de entre las hojas se coló,
su alma se encantó.
El olor a libertad la sedució
y la libertad misma encontró.
Entre ramas durmió,
y de montones de hojas
del frío se cubrió.
Del bosque se enamoró
y a mí nunca regresó.
Marta Rangel