I
Sed de poseer la magia maravillosa de tus versos,
pero estás...tan lejos de mi alma y de mi cuerpo,
que no puedo pretender tus versos, ni tus besos,
tan solo entregarte las suaves caricias del viento,
llevando mis anhelos, y que vuelen a tus cielos,
hasta penetrar, el soleado jardín de primaveras,
donde hubiera querido, pasarme, la vida entera,
pero, a mi cuerpo ha llegado el frío del invierno,
y aunque mi alma soñadora, siga en primavera,
quedaron lejos de mi vida, los benditos sueños.
II
¡Ay amor mío! ¿Cuantos deseos de ti me habitan?,
desearía tan siquiera, un leve abrazo de tu cuerpo,
la simple caricia del roce, de un beso aventurero,
o el goce intenso, embriagando calores pasajeros,
ir fluyendo gozosos, desde el centro de tu pecho,
ser perfecto lucero, que en armonía deslumbre,
motivando la pasión, y encienda nuestra hoguera,
adornada de viejas melodías y rimados versos,
navegando en pos ti, se va mi barca de lujurias,
y así entregaré a tu piel, los deseos de mi miel.
III
¡Oh! cuanta hambre de ti, espíritu sin barreras,
¡yo te invito! a desafiar el tiempo que nos queda,
para hundirnos en la magia del segundo astral,
y al final, encontrar la felicidad en la quimera,
saborear los dulces besos, que ya no esperan,
sin que importe, que el verdugo tiempo acorte,
y a tu febril lado, pueda yo morirme prisionera,
bajo la magia ancestral, que hace girar el universo,
donde las vidas, no son mas que aros encadenados
de luna, halados por manos de un Dios enamorado,
y de un corazón habriento.
Raquelinamor
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