Piernitas, corazón y el
alma se deja en la canchita.
Pastito acolchonado de
nacientes dientes de leche.
Niños esquivando balas
chacales narcos queriéndoles
arrebatarles… su infancia.
Niños aprendiendo a ser niños
refugios de estrellados sueños.
Acurrucan las balas.
Por acá la piedad es solo
un pesebre de palabras.