Yo cantar alguna vez quisiera
y tengo por sueño, “un anhelo”
agitar las aguas en Edén…
Mirarme hacia el mar con su montura de espumas
llevando canciones de un violín, con acordes de mediodía;
que en cada fibra vaya trocando el espíritu,
vaya aunado al pecho, un creciente afán;
se envuelva en la música las líneas de un poema
y de azul un ángel, acompañe mí sueño
con su caballería blindada…
mojándome la lluvia la frente,
humedeciendo mis labios a miel.