La Tierra hoy se disloca, lo sé cuando la miro,
no escucho el eco dulce de amor en su ambrosía
ni veo por la noche brillar la astrología,
si no tengo tus manos, tus ojos de zafiro...
Escucho en la distancia la risa de un vampiro
mi nombre lo menciona cual sacra letanía,
comprendo que soy débil en esta pleitesía
si no vuelvo a tenerte te juro que yo expiro.
Estoy entre las aves exóticas…en veda…
ni duende que yo fuera detrás de las perdices,
tan solo a mi quejido responde la arboleda.
¡Tan solo con tu vuelta se van mis cicatrices
cruzando las palabras, los besos de florseda,
y aquellos adamares de días tan felices!