¡Te dejaste llevar!
El cansancio pudo contigo,
siempre llena de bondad.
Decidiste que la Semana Santa
fuese nuestra semana de pasión
mas... tan generosa como siempre,
no entorpeciste ninguna procesión.
Tu ramita de olivo,
no llegó a tiempo,
no importa, tienes nueva habitación.
Como dice el sacerdote:
no es juicio, es conversación.
no es un juez, es tu Padre
El te habla con amor
pregunta por tus manos,
dices: vacías las traigo Señor.
El, infinita su misericordia
El, siempre lleno de amor
El, te dice con dulzura
limpias o sucias, eso busco yo.
Asombrada, no entiendes nada
El, te explica lentamente
el tiempo no corre ya,
tus obras en la tierra
tus desvelos y labor
calmando tempestades,
limpiando corazones
y de tanto limpias,
sin darte cuenta, tu misma,
tus manos... limpiaste ya.
Tu trabajo no fué fácil
al menos lo intentaste,
y las semillas germinarán
virtudes y buenas obras
sin darte cuenta,
brotando están.
Si alguna cayó en pedregal
no fué porque no lo intentaras
es porque algo fué mal.
Cuando el brote estaba tierno
un mal aire vino y lo secó.
No fué culpa tuya.
Tu lo hiciste todo bien.
Tus manos suaves, dulces
un día cosieron un traje
que nunca olvidaré.
Mi Madre desasistida
con vestido roto te sorprendió
y te faltó tiempo para
empezar a coser con telas nuevas
un vestido de amor.
Sus brazos te acogen ahora
bajo su manto verde esperanza
que un día tu cariño le bordó.
No te asombres Segunda,
TUS MANOS LIMPIAS están,
extiendo las mias
para ayudarte a entrar
en el reino de los cielos,
porque te lo has ganado ya.
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