Cuando desperté
ya te habías ido.
Tu lado de la cama
estaba frío, cetrino, vacío.
Parecía un otoño
lo que unas horas antes
albergó una primavera;
un estanque de agua fresca,
el aroma de las lilas,
trinos y alfombradas praderas.
Me sentía desnudo por dentro
( por fuera ya lo estaba )
Me sentía tan solo
que sólo sentía tu ausencia.
Tu lado de la cama
era un descampado,
un cero a mi izquierda,
un corazón de tiza borrado.
Dejaste una mañana de cenizas
tras una noche en llamas.
Simplemente una sospecha confirmada:
¡ reina la tristeza si me faltas !