EL CABALLERO DE LAS LETRAS

CONFIDENCIAS DEL OLVIDO

Aún es este resquicio el espacio entre las sombras, tu rastro.
Irrumpió tu olvido y mi poesía se escurrió
en un papel sin tregua
y hasta la lluvia que pasa rasgando ventanas
escribe un lamento en la inmensidad del vacío,
tan hondo, como más inmenso.

Corre desnuda una lágrima entonada,
me acorrala persiguiéndose,
para fermentarse concupiscente en tu ausencia,
desbordando lunas con azotes confidentes,
socavando delirios sin dolor.

Es tristeza no es dolor,
es el coágulo memorial de la melancolía,
la voraz infamia alimentada
de cenizas lunáticas,
porque tu olvido ya no causa dolor
sino el sentimiento que deja la soledad confidente.