Un recuerdo fantasmal que aún
camina sobre un corazón vivo.
Que proyecta recuerdos bajo la madrugada,
de esos que se olvidan durante el día.
Con el perdón -dicen las abuelas-,
dejan de enmarañar el pensamiento.
Será nuestra paz, nuestra manera de
salvarnos, te prometo libertad.
Y te lo puedo prometer.
como prometo aquello que cumplo.