Juega, aunque el espejo te vea viejo.
Ríe, aunque la multitud no lo entienda.
Sueña, aunque los demás no quieran.
Vuela, aunque te quiten las alas.
Corre, aunque creas perdida la carrera.
Ama, aunque hayan dejado de amarte.
Juega niño,
aún cuando tus piernas se nieguen a avanzar,
cuando tus manos tiemblen
y tu voz se quiebre.
Juega niño,
aunque el espejo te vea viejo.