Esteban Mario Couceyro

Un mal sueño

La muerte, con su brazo extendido

me cubre lentamente

casi sin sentirla, acerca la noche

sin estrellas de su manto.

 

Me sobresalto y sus manos

tratan de contenerme

susurrándome algo

de su cara ausente.

 

 

Sus lastimeros balbuceos

distraen las intenciones

y escapo del mal sueño

por un sendero luminoso.

 

Desde afuera, el sol amanecido

pasa radiante por la ventana

hiriéndome los ojos

entre sueños, despierto.

 

Hoy será un día especial

haré cosas pendientes

respiraré profundo

el aire florecido

y el amor, se apoderará de mí

El sueño, no me vencerá.