Que linda patria sería
la de vivir sentado
en la pupila de tu ojos.
Sería la patria más
sincera que jamás
se ha inventado.
Eso sin mencionar
la falta de fronteras,
porque rompería todas
y cada una de ellas para
habitar los centímetros que
posee tu cuerpo.
Sería la luz que rompe en
tu ventana y se asoma despacito
y se acerca de puntillas para ver
como duermes y te acaricia con
su tacto imaginario y se derrumba
en la orilla de tu cama para verte
con sus ojos de vapor, para oírte,
sobre todo para oírte.
La soledad siempre está justificada,
hay que estar solos para pensar, pero
no se puede estar solos toda la vida.
Necesito algo, te necesito a ti.