¡Ya está aquí,
ya ha vuelto!
Llegó el maestro a mi
y con él, el aburrimiento.
Pues como un río
que llega a su fin
con calma hacer que el hastío
lleguen en derredor de ti.
En cuanto a tu labor,
que enseñar es,
lo haces peor
de lo que crees entender.
Pues no hay mayor desilusión
para un alumno aventajado
escuchar a un Señor
de aburrimiento embriagado.