Triste, es la consecuencia del sueño que tuviste
que un buen día dejaste que alguno lo adornara,
que el alma te robara y te dejara un quiste
Y tú nunca quisiste que nadie lo extirpara.
Pues aunque tú naciste sin odios ni rencores,
crecieron tus temores, tus fobias y tus filias,
tuviste muchas novias, sufriste desamores
y hoy yacen tus dolores y el sueño no concilias.
Naciste de la nada, y hoy vuelves a la tierra
tu cuerpo allí se entierra sin que haya un funeral,
fuiste la flor del mal en esta vida perra
por culpa de la guerra que es otro carnaval.
Soldado sin galones forjado en tierra extraña
donde todo se amaña, de luchas y traiciones,
torciste tus renglones para que la guadaña
cortara con gran saña la gloria y sus pasiones.
Si pudieras hacerlo quizás te preguntaras
de qué sirvió tu estancia, el tiempo en qué gastaste,
si fuiste un inconsciente que lo desperdiciaras
pugnando contra el fuego en que al fin te quemaste.
©donaciano bueno
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