Allí donde yacen las cenizas,
se posa un pajaro negro
paciente, tan seguro,
que renacerán del polvo mis pesares.
Queme mi propia alma
mas aun vives
y aun reapareces
como un espectro
alimento de mis penas.
Y mientras nutres mi dolor
con cada recuerdo,
haces que el amor
tome forma de cuervo.