Eres la gran sinfonía
que Bethoven olvidó,
y que mas brillo daría
a las obras que tocó.
Eres esa pincelada
que Ticiano no plasmó,
y que no quedó grabada
en las obras que pintó.
Eres la rima preciosa
que Becker jamás soñó
que a su poesía hermosa
se le nota que faltó.
Eres esa cincelada
que Fidias nunca logró
y a su gran labor sagrada
gran belleza le quitó.
Tú eres esa flor tan pura
que casi nunca se mira,
y que la misma Natura
llena de estupor admira.
Si te hubieran conocido
todos los grandes artistas
su bello estro habrías sido
y sus obras mas bonitas.
Y este aprendiz de poeta
nada mas puede expresar:
que tu eres tierna Julieta
que Dios te debe adorar.
Autor: Aníbal Rodríguez.