Dices no encontrarme
y estoy dentro de ti
desde los ojos, te veo
frente al espejo
con brillos en el mirar
tus labios inconscientes
juegan con un beso, que es mío
y las manos, mis manos
acomodan las telas
que cubren, el cuerpo amado.
Te vas y a los dos pasos
regresas en el mirar
viéndote, como yo
te veo, bella y mía
pero mis manos
no pueden dejar el espejo
mi cárcel de cristal.