PARA DESPUÉS DE AMARTE
Le pido al cielo
por un poco de sol,
o tal vez por una leve brizna
que moje mi alma
y retuerza mi rostro
en el manto extinguible
de sus horas.
Le pido al tiempo
por sus segundos,
sus minutos,
sus horas,
que inquietan mi mundo
y con su aliento enajene
después la muerte.
Le pido a lo Celeste
por el alivio
que nunca llegase, esquivo,
para después de amarte
arrancarme tu aliento
con tus besos que hacen llagas
en el corazón.